No seremos nosotros, una agencia de marketing, la que haga apología a una filosofía basada en el menor uso de redes sociales y demás tecnología digital. Sin embargo, si obtenemos conclusiones muy interesantes sobre el minimalismo digital y cómo sacarle partido incluso si eres de esas personas que busca una desintoxicación digital.

¿Por qué surge el minimalismo digital? Desde la aparición de las redes sociales y los teléfonos inteligentes, la dependencia a estar conectado nos ha llevado a niveles de adicción propios de otro tipo de drogas.

De hecho, según el Informe Mobile de 2020, más de 8 millones de españoles se sienten «adictos» a sus smartphones. Unos datos que se ven reforzados con cifras tan llamativas como que el 61% de los usuarios españoles reconocen que lo primero y lo último que miran cada día es el móvil o que de media pasan delante de la pantalla 4h y 22 minutos diariamente.

¿Es sostenible este estilo de vida basado en el consumo digital? Cal Newport a través de su libro Minimalismo Digital asegura que no, siendo uno de los estandartes de iniciar un proceso de desconexión para priorizar el tiempo en actividades más importantes o que nos harán más felices.

En este post queremos reflexionar acerca de esta tendencia y cómo podemos hacer un uso óptimo para sacar el mayor partido a nivel profesional.

¿Qué es el minimalismo digital?

El minimalismo digital una filosofía basada en la limitación de la tecnología y el ruido que envuelve a ellas con la finalidad de sacar mayor provecho a otro tipo de actividades como pueden ser las relaciones sociales o el desempeño artesanal.

Una manera de sacar mayor partido a nuestro estilo de vida social sin limitarlo tan solo a los likes, comentarios o retuits. Dicho de otro modo, mantener una relación con la tecnología para alcanzar una felicidad real y que no esté desvirtuada por pequeñas dosis de dopamina que produce cada notificación que recibimos en el móvil.

Habría que reseñar que esta filosofía no aboga por una total desconexión, sino de hacer un uso más cuidadoso de ellas, para que no nos robe más tiempo del que realmente merece la pena. En resumen, un uso racional de los dispositivos digitales.

Minimalismo digital en el ámbito laboral

Las plataformas digitales aportan mucho valor a los negocios, expandiendo sus dimensiones a otros niveles globales. ¿Es por ello que el minimalismo digital no tiene cabida en el ámbito mercantil? Por supuesto que sí.

En Minimalismo Digital, libro de Cal Newport que mencionábamos antes, se cita el caso de Jennifer Grygiel, profesora especialista en redes sociales por la Syracuse University y con una trayectoria profesional digna de mención por todos sus logros en diferentes empresas.

Grygiel, por su profesión, pasa mucho tiempo en las redes sociales. Pero lo interesante de esta profesional es el uso qué le da y cómo las exprime, obteniendo mucho valor de ellas sin que repercuta en un consumo compulsivo.

En el mismo libro se citan a CEO de agencias de comunicación o marketing o incluso influencers que derivan la gestión de sus propias redes sociales aunque ellos sean expertos en las mismas. Menuda paradoja, ¿verdad?

El motivo es no dedicar más tiempo del necesario y así poder disfrutar más de las «cosas reales» de la vida, ya sean actividades de ocio, dedicación a la familia y amigos o simplemente sacar tiempo al aprendizaje y la reflexión.

Esta paradoja es la que nos ayuda a entender la importancia de buscar apoyo en las agencias de marketing, publicidad y comunicación para que:

  1. Saques provecho de tus perfiles sociales al estar gestionado por profesionales.
  2. Puedas dedicar más tiempo a otras labores de tu negocio más importantes o en las que eres más resolutivo.
  3. Dedicar tiempo a la familia, amigos y vida personal sin el ruido que provocan las plataformas digitales.

Todavía existen muchos empresarios que no acogen de buen agrado que una persona externa a la empresa gestione las redes sociales de su negocio. Sin embargo, no delegar por la creencia a creer que nadie mejor que él, resultará un error fatal.

Por un lado porque puede verse incapaz de distribuir las labores, sumando un trabajo en exceso que lo sature y finalmente motive un abandono de las redes.

Por otro lado, porque administrar redes sociales no es algo banal que se aprenda en dos días. El conocimiento y experiencia de un profesional requiere de muchos años de formación, por lo que es más probable que este perfil obtenga muchos mejores resultados que una persona que solo tenga nociones amateurs.

Conclusiones sobre lo que aporta el minimalismo digital

La era digital es un proceso de transformación social colosal. No ha sido programado ni nadie esperaba tal penetración en la sociedad del siglo XXI. Unos cambios que pillaron a todos desprevenidos y que se sucedieron con tal rapidez que nos ha sido imposible digerir sin una evaluación previa sobre qué tenemos entre nuestras manos.

Esto ha derivado en una sociedad muy dependiente del smartphone y las plataformas digital, generando en algunos casos problemas de salud mental o incapacidad para una mantener una vida social de calidad.

El minimalismo digital alza su voz en defensa de la atención en un mundo ruidoso, en el que desatendemos a nuestros seres queridos y oxidamos nuestra mente por el acto compulsivo de hacer scroll o publicar para generar likes que no aportan realmente demasiado.

Es aquí donde debemos plantearnos qué tiempo merece la pena dedicar a las redes sociales y si no sale rentable derivar la gestión en expertos que, no solo ayudarán a monetizar nuestros perfiles profesionales, sino que nos aportarán ese tiempo que puedes dedicar a ser más creativo en tu negocio, más cariñoso con tus hijos o con el que podrás invertir más tiempo en ti y en tu salud y bienestar.

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